La innovación es cosa de todos los días.
- julio 15, 2014
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Gabbanelli mantiene su compromiso con la innovación tecnológica, presentando sus nuevos modelos.
Gabbanelli, el papá de los acordeones, es una marca que se mantiene en constante evolución. Y están obligados a ello. Sólo así pueden conservar su condición de líderes indiscutibles en un mercado que cada vez se vuelve más y más exigente y en el que no faltan competidores, leales y desleales.
Son muchos los factores que determinan esta idea de innovación que se refleja en todos y cada uno de los componentes de los acordeones Gabbanelli. Por un lado, está la pasión y el talento de saber entender las necesidades de los músicos. Mike Gabbanelli sigue siendo el genio detrás del sonido que distingue a estos instrumentos. Y todos los que lo conocen saben que él es uno de esos artistas que nunca están conformes con lo que tienen. Siempre está pensando en nuevas y diferentes formas de reinventar la ingeniería de los acordeones para con ello obtener un sonido más fino y agradable al oído.
Por otro lado está el hecho de que las piezas son fabricadas en Italia, en los mejores talleres del mundo. Y en donde no se escatima en ningún solo detalle. El ensamblaje general se hace allá, para posteriormente ser afinados, acabados y personalizados en Houston, Texas.
Y por último, desde luego, está el aspecto. Todos los acordeones Gabbanelli son el resultado de un proceso sumamente minucioso de ingeniería, artesanía y estética. Además de contar con un sonido impecable y único, son por demás vistosos y elegantes. Cualquier músico profesional que tiene en sus manos una de estas piezas sabe que su público siempre lo verá con respeto y admiración.
Los nuevos diseños en Zafiro, Jaguar y Rubí, son esta respuesta a la necesidad de Gabbanelli de seguir manteniéndose a la vanguardia en el creciente mercado de la música norteña. La distintiva Parrilla Floral se ha modernizado. En los nuevos modelos la Parrilla se ha esculpido como una sola pieza y se ha ensamblado a relieve. Esta novedosa re-invención tiene por objeto dar una mayor proyección e intensidad en todas las notas. Con esto se vuelve a lograr el ensamble de belleza y funcionalidad que siempre ha distinguido a Gabbanelli.
Desde sus inicios en la década de los sesenta, Gabbanelli entendió muy bien las necesidades de esta música. El fundador, Don John Gabbanelli puso los
cimientos éticos, musicales y estructurales. Y llegado el momento, Mike supo canalizar todo lo que aprendió de su padre transformando por completo la
compañía, perfeccionando los procesos técnicos de afinación y prestando especial atención al desarrollo artístico de cada pieza.
Quizá una de las principales virtudes de Gabbanelli es el hecho de que, aun cuando sus acordeones están en manos de las principales figuras de la música norteña, la marca sigue siendo manejada en un entorno familiar, cálido y con un servicio totalmente personalizado. Mike sigue abriendo las puertas a sus clientes en la tienda de Houston y ahora también cuentan con una sala de exhibición en Los Angeles, California, poniendo todos los modelos a disposición de los músicos de la costa oeste de los Estados Unidos.
Por todas estas razones, cada vez que alguien dice que los acordeones Gabbanelli “son hechos en China” o que “están a punto de irse a la bancarrota” o que “son más baratos porque son más chafas”, es producto o de la ignorancia o de la mala voluntad. Los precios de Gabbanelli siguen y seguirán siendo accesibles gracias a que no tienen distribuidores cobrando comisiones. El trato es directo.
Esta guerra sucia que algunas personas han declarado a Gabbanelli no va a llegar a ningún lado por la sencilla razón de que está generando lo opuesto. Los conocedores saben que en ningún lugar del mundo van a encontrar un acordeón que supere a un Gabbanelli. Y cuando uno ve el empeño que pone Mike en producir todos y cada uno de sus instrumentos, se entiende que la superioridad va a continuar por muchos, muchos años más.